4 de mayo de 2015

Primer Domingo de Mayo, Día de la Madre




La celebración del Día de la Madre se remonta a la Antigüedad puesto que existen indicios de que ya en Egipto honraban a las progenitoras, aunque simbolizada en la diosa Isis, que representa la maternidad y la fuerza fecundadora de la naturaleza. Estas celebraciones se mantuvieron también en la antigua Grecia, con la diosa Rea así como en el Imperio Romano, que honraba al igual que en Asia menor a la Diosa Cibeles.
Quizás por eso, y a pesar de que el popular refrán asegura que «madre no hay más que una», la celebración del Día de la Madre no se realiza en la misma fecha en todos los países. En España, el Día de la Madre se celebra el primer domingo de mayo, aunque no siempre ha sido así. Mucho antes de que la celebración adquiriera un marcado carácter comercial, ya existían desde el siglo XIV cofradías creadas en honor a la Inmaculada. Por eso, inicialmente, las madres eran homenajeadas el 8 de mayo. Uno de los primeros países en separar la celebración de la Inmaculada y el Día de la Madre fue Estados Unidos, tendencia que acabaría llegando a España en 1965, cuando se decide que el día de la madre se celebrará el primer domingo de mayo, fecha que aún se mantiene. 
Pero a lo largo de todo el planeta, la celebración dedicada a nuestras progenitoras es una de las que más baila en el calendario mundial. El Día de la Madre se celebra en veinte días diferentes. El mismo día que en España se celebra también en Hungría, Lituania, Portugal, Sudáfrica y Rumanía, es decir, el primer domingo del mes de mayo (en este 2015 el día 3); cuestión diferente es en Brasil, Grecia, Venezuela, Canadá, Estados Unidos, Colombia, Cuba, Ecuador, Honduras y Uruguay donde las madres tendrán que esperar hasta el segundo domingo del mes de mayo para poder disfrutar de su merecidísimo día.
El Día de la madre francés se retrasa un poquito más. Y es que las madres galas, junto con las de República Dominicana y Suecia celebrarán su día el último domingo de este mes. Las madres de Argentina, así como las de Bielorrusia, serán homenajeadas en el mes de octubre, concretamente el tercer domingo de este otoñal mes.
Pero este confuso baile de fechas en torno a la celebración del Día de la madre no se resuelve aquí. Y es que la mayor parte de los países que antaño pertenecieron a la URSS trasladaron su Día de la madre hasta el 8 de marzo, día que coincide precisamente con el Día Internacional de la Mujer trabajadora. Estas mujeres no son las únicas que deben compartir su Día de la madre con otra señalada fecha en los almanaques. En Noruega, los hijos felicitan a sus madres el segundo domingo de febrero y en Reino Unido e Irlanda el cuarto domingo de cuaresma está reservado también para celebrar el Mothering Day (o Día de la madre). 
Sin embargo, el mes de mayo es por excelencia el favorito en la mayor parte de los países para celebrar el Día de la madre. Junto con España, otros 54 países reservan estas primaverales semanas para recordar a sus madres lo especiales que son. En México, Guatemala e India, entre otros, el Día de la madre se celebra siempre el 10 de mayo, el 14 en Samoa, en Paraguay el Día de la madre tiene lugar el 15 de mayo; mientras que el 26, 27 y el 30 las homenajeadas son todas las madres de Polonia, Bolivia y Nicaragua.
¿Y por qué hay tantas diferencias entre las fechas de la celebración del Día de la madre? Lo cierto es que el baile en esta celebración viene precisamente dado por la falta de información sobre el origen de esta fiesta. Según algunos expertos, en la antigua Grecia ya se celebraba el Día de la madre; una fecha que además se utilizaba para honrar a la diosa Rea (la madre de los dioses en la mitología griega y diosa de la fertilidad). Los romanos decidieron continuar con la tradición y años más tarde el Catolicismo convertiría y adaptaría a otra fecha el Día de la madre en un homenaje a la Virgen María; haciendo así que cada 8 de diciembre se celebrara la Inmaculada Concepción como el día dedicado a la madre de Jesús. Algunos países como Panamá decidieron adaptar su Día de la madre, precisamente a esta fecha tan invernal.
En Europa, los antecedentes del Día de la madre se remontan hasta el siglo XVII en Inglaterra, donde el origen de esta fecha también tiene cierto apego a la religión. En esta época el cuarto domingo de Cuaresma se utilizaba para honrar a la virgen María y era una fecha reservada para que los siervos volvieran a sus lugares de origen para visitar las iglesias en las que habían sido bautizados, las iglesias «madres». La vuelta a casa significaba además ir bien pertrechados con regalos, flores y pasteles con los que poder agasajar a sus madres; una tradición que sentó las bases de la actual tradición. 
A pesar de que los colonos ingleses intentaran por todos los medios mantener esta bonita celebración del Día de la madre en Estados Unidos, la fiesta acabó cayendo en desuso durante muchos años. Fue la activista Julia Ward quien en 1870 escribió un apasionado llamamiento a la paz y al desarme para el Día de la madre. El 2 de junio, esta poetisa y activista organizó una gran manifestación a la que invitó a todas aquellas madres que hubieran perdido a alguno de sus vástagos en la guerra. Las buenas intenciones de Ward Howe no llegaron a buen puerto. A pesar de que su congreso con motivo del Día de la madre se mantuvo durante un par de años, la idea no acabó por calar en la conciencia de los americanos.
Fue Anna Reeves Jarvis la que años después conseguiría afianzar la celebración del Día de la madre. En 1907 esta activista inició una fuerte campaña a nivel nacional para conseguir que se instaurase oficialmente la celebración del Día de la madre el segundo domingo del mes de mayo, fecha en la que precisamente había fallecido su propia madre. Después de un arduo trabajo y de pedir a través de carta a numerosas personalidades e intelectuales influyentes del país para que apoyasen su petición, en el año 1910 el país entero sucumbió a sus encantos y decidió celebrar su Día de la madre. Pero sin duda el año 1914 fue el que decantó la balanza a favor de las progenitoras americanas, cuando el presidente Woodrow Wilson convirtió el Día de la madre en una celebración oficial en todo el país.
A pesar de que las fechas no coincidan, lo cierto es que los tradicionales regalos que se acostumbran a hacer en el Día de la madre a las progenitoras son bastante similares en todo el mundo. Las flores -siendo el clavel y la rosa los grandes protagonistas-, los bombones y sobre todo las cosas hechas a mano con mucho cariño son los tres elementos que más se repiten entre los hijos de todo el mundo. Y es que las grandes y copiosas comidas familiares, así como los regalos forman parte de la tradición de este señalado día; una tradición que muchos vinculan directamente con intereses comerciales. 





Dos versiones de una misma canción....






3 de mayo: Día de la Santa Cruz o Cruz de Mayo

Cuenta la leyenda que el Emperador Constantino se enfrentó a los bárbaros a orillas del Danubio. Creía imposible la victoria, por  la magnitud del ejército enemigo. Una noche Constantino tuvo una visión: en el cielo apareció brillante la Cruz de Cristo y encima de ella unas palabras, In hoc signo vincis (“Con esta señal vencerás”). El emperador hizo construir una Cruz y la puso al frente de su ejército, venciendo sin dificultad a la multitud. De vuelta a la ciudad, Constantino se hizo bautizar en la religión cristiana y mandó edificar iglesias. Envió a su madre, Santa Elena, a Jerusalén en busca de la verdadera Cruz de Cristo. En el monte donde la tradición situaba la muerte de Jesús, encontraron tres cruces ocultas. Para descubrir cuál de las tres era la verdadera, las colocaron sobre enfermos que sanaron al ser tocados por la Cruz de Cristo. Santa Elena murió rogando a los que creen en él que celebraran el día en que fue encontrada la Cruz, el tres de mayo.
Pero mucho antes de Cristo ya se celebraban Cruces de mayo. Mayo es el mes de las flores, la vegetación y desde siempre el mes de muchas fiestas populares. La naturaleza lo impregna todo, la celebración es un saludo a la primavera, el comienzo de un nuevo ciclo de vegetación, se dan las gracias por las futuras cosechas, se exalta el amor y los sentimientos. Tradicionalmente se colocaba un “mayo” que es un tronco o palo alto (árbol de mayo) que se alzaba en la plaza o lugar público durante mayo y donde concurrían los jóvenes a divertirse con bailes y festejos. Competían por trepar por el árbol hasta alcanzar una bandera, mientras las muchachas les animan desde abajo bailando y cantando en torno al árbol.
Llegado el cristianismo, hubo un interés especial por eliminar antiguas prácticas paganas y supersticiosas, muchas veces escandalosas y casi siempre contrarias a su moral, en un momento dado, las fiestas naturalistas de mayo se transformaron y agruparon en torno a un nuevo motivo, la Cruz. El mayo-árbol se convirtió en mayo-cruz.En muchos lugares de España se sigue celebrando esta festividad.



Mayo: Mes de María


La Iglesia otorga este mes a María para conocerla y amarla más.




 Mayo es el mes de las flores, de la primavera. Muchas familias esperan este mes para celebrar la fiesta por la recepción de algún sacramento de un familiar. También, Mayo es el mes en el que todos recuerdan a su mamá (el famoso 10 de Mayo) y las flores son el regalo más frecuente de los hijos para agasajar a quien les dio la vida.

Por otro lado, todos saben que este mes es el ideal para estar al aire libre, rodeado de la belleza natural de nuestros campos. Precisamente por esto, porque todo lo que nos rodea nos debe recordar a nuestro Creador, este mes se lo dedicamos a la más delicada de todas sus creaturas: la santísima Virgen María, alma delicada que ofreció su vida al cuidado y servicio de Jesucristo, nuestro redentor.

Celebremos, invitando a nuestras fiestas a María, nuestra dulce madre del Cielo.

¿Qué se acostumbra hacer este mes?
  • Recordar las apariciones de la Virgen.  En Fátima, Portugal; en Lourdes, Francia y en el Tepeyac, México (La Guadalupe) la Virgen entrega diversos mensajes, todos relacionados con el amor que Ella nos tiene a nosotros, sus hijos.
  • Meditar en los cuatro dogmas acerca de la Virgen María que son:
  1.  Su inmaculada concepción: A la única mujer que Dios le permitió ser concebida y nacer sin pecado original fue a la Virgen María porque iba a ser madre de Cristo.
  2.  Su maternidad divina: La Virgen María es verdadera madre humana de Jesucristo, el hijo de Dios.
  3.  Su perpetua virginidad: María concibió por obra del Espíritu Santo, por lo que siempre permaneció virgen.
  4.  Su asunción a los cielos: La Virgen María, al final de su vida, fue subida en cuerpo y alma al Cielo.
  • Recordar y honrar a María como Madre de todos los hombres.
María nos cuida siempre y nos ayuda en todo lo que necesitemos. Ella nos ayuda a vencer la tentación y conservar el estado de gracia y la amistad con Dios para poder llegar al Cielo. María es la Madre de la Iglesia.
  • Reflexionar en las principales virtudes de la Virgen María.
María era una mujer de profunda vida de oración, vivía siempre cerca de Dios. Era una mujer humilde, es decir, sencilla; era generosa, se olvidaba de sí misma para darse a los demás; tenía gran caridad, amaba y ayudaba a todos por igual; era servicial, atendía a José y a Jesús con amor; vivía con alegría; era paciente con su familia; sabía aceptar la voluntad de Dios en su vida.
  • Vivir una devoción real y verdadera a María.
Se trata de que nos esforcemos por vivir como hijos suyos. Esto significa:
  1. Mirar a María como a una madre: Platicarle todo lo que nos pasa: lo bueno y lo malo. Saber acudir a ella en todo momento.
  2. Demostrarle nuestro cariño: Hacer lo que ella espera de nosotros y recordarla a lo largo del día.
  3. Confiar plenamente en ella: Todas las gracias que Jesús nos da, pasan por las manos de María, y es ella quien intercede ante su Hijo por nuestras dificultades.
  4. Imitar sus virtudes: Esta es la mejor manera de demostrarle nuestro amor.
  • Rezar en familia las oraciones especialmente dedicadas a María.
La Iglesia nos ofrece bellas oraciones como la del Ángelus (que se acostumbra a rezar a mediodía), el Regina Caelila Consagración a María y el Rosario.
Varias oraciones Marianas
Que nos ayudan a recordar el inmenso amor de nuestra madre a nosotros, sus hijos




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